Los Santos Mártires son los que firmaron el testimonio de la fe y su amor por Cristo con su propia sangre. Ellos son el cuerpo de élite de la Iglesia, ya que Ella se fundó en la sangre de nuestro Señor, y por extensión, en la sangre de los Mártires. Es característico que durante la inauguración de las Iglesias han colocados en el altar Sagradas Reliquias de los Mártires. La importancia de la oferta voluntaria de la vida en Cristo por el hecho de que el martirio lava todos los pecados e incluso mientras si el mártir no había sido bautizado, está considerado automáticamente como bautizado y Santo.
Están utilizadas palabras compuestas con la palabra mártir para indicar el atributo de cada Santo Mártir (por ejemplo, Hieromártir= Mártir que era clérigo, Ociomártir= Mártir que era monje).
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